Ingredientes:
550 gr de harina (Gallo)
175 gr de azúcar glass
250 gr de mantequilla a temperatura ambiente (Milbona del Lidl)
1 huevo y una yema a temperatura ambiente ligeramente batidos
una cucharadita de esencia de vainilla
una cucharadita de esencia de mantequilla
Podemos hacer la masa en Kitchenaid o en la Thermomix con mariposa. A mano también se podría, pero cansa y bastante tenemos ya todas ;-)
Sacamos los huevos y la mantequilla de la nevera la noche anterior y partimos la mantequilla en daditos para que esté toda a la misma temperatura. En días de mucho calor nos bastarán un par de horas fuera de la nevera. Tiene que estar a temperatura ambiente, no demasiado blanda.
Batimos la mantequilla en velocidad 3 (sin blanquear ni aumentar de volumen, solo para suavizarla).
Después bajamos a velocidad 1 y añadimos el azúcar a cucharadas.
Paramos la máquina y añadimos las esencias (usé un botecito de vainilla-mantequilla del Lidl).
Volvemos a conectar en velocidad 1 y añadimos el huevo muy poco a poco. Será necesario parar la máquina para bajar la masa de las paredes.
Cuando el huevo esté integrado añadiremos la harina a cucharadas, también en velocidad 1.
Si estamos usando la Thermomix en cuanto notemos que a la mariposa le cuesta seguir paramos la máquina, sacamos la masa y terminamos de incorporar la harina a mano (eso ocurre cuando le faltan unos 200 gr de harina). La Kitchenaid puede perfectamente con esta cantidad.
la ponemos encima de un trozo de papel de horno y con la mano le damos forma rectangular.
Colocamos otro trozo de papel encima y estiramos con el rodillo a 6mm de grosor.
Si no estiramos uniformemente la masa después el glaseado se nos escurrirá de la galleta, así que nos vendría bien un rodillo de altura regulabe o unas guías para poner a cada lado del rodillo.
Repetimos con el otro trozo y dejamos ambos estirados en la nevera durante tres horas (sí, tres, a mí también se me hace eterno, ¡¡¡yo ya quiero hornear!!!).
Para que no se doblen se colocan en una bandeja grande o bandeja de horno, un trozo encima del otro.
Precalentamos el horno a 180º, con el calor arriba y abajo sin aire y mientras se calienta cortamos las galletas y las colocamos en la bandeja de horno dejando unos dos centímetros de espacio entre ellas porque pueden crecer un poco.
Horneamos en el centro del horno durante unos 12 minutos (en mi horno necesito 14-15 minutos).
Cuando saquemos las galletas las dejaremos reposar 2-3 minutos antes de colocarlas en una rejilla para que se enfríen.
Al cabo de dos horas las podremos decorar. Sí, lo sé, ya llevaremos 5 horas de espera, pero merece la pena, ya veréis. Mientras podemos hacer millones de cosas y así el día nos habrá cundido muchísimo :-)
(para unas 40 galletas)
550 gr de harina (Gallo)
175 gr de azúcar glass
250 gr de mantequilla a temperatura ambiente (Milbona del Lidl)
1 huevo y una yema a temperatura ambiente ligeramente batidos
una cucharadita de esencia de vainilla
una cucharadita de esencia de mantequilla
Podemos hacer la masa en Kitchenaid o en la Thermomix con mariposa. A mano también se podría, pero cansa y bastante tenemos ya todas ;-)
Sacamos los huevos y la mantequilla de la nevera la noche anterior y partimos la mantequilla en daditos para que esté toda a la misma temperatura. En días de mucho calor nos bastarán un par de horas fuera de la nevera. Tiene que estar a temperatura ambiente, no demasiado blanda.
(Esta mía se calentó demasiado)
Batimos la mantequilla en velocidad 3 (sin blanquear ni aumentar de volumen, solo para suavizarla).
Después bajamos a velocidad 1 y añadimos el azúcar a cucharadas.
Paramos la máquina y añadimos las esencias (usé un botecito de vainilla-mantequilla del Lidl).
Volvemos a conectar en velocidad 1 y añadimos el huevo muy poco a poco. Será necesario parar la máquina para bajar la masa de las paredes.
Cuando el huevo esté integrado añadiremos la harina a cucharadas, también en velocidad 1.
Si estamos usando la Thermomix en cuanto notemos que a la mariposa le cuesta seguir paramos la máquina, sacamos la masa y terminamos de incorporar la harina a mano (eso ocurre cuando le faltan unos 200 gr de harina). La Kitchenaid puede perfectamente con esta cantidad.
Es una gozada tocar la masa, parece plastilina.
Cogemos la mitad de la masa y formamos una bola,
la ponemos encima de un trozo de papel de horno y con la mano le damos forma rectangular.
Colocamos otro trozo de papel encima y estiramos con el rodillo a 6mm de grosor.
Si no estiramos uniformemente la masa después el glaseado se nos escurrirá de la galleta, así que nos vendría bien un rodillo de altura regulabe o unas guías para poner a cada lado del rodillo.
Repetimos con el otro trozo y dejamos ambos estirados en la nevera durante tres horas (sí, tres, a mí también se me hace eterno, ¡¡¡yo ya quiero hornear!!!).
Para que no se doblen se colocan en una bandeja grande o bandeja de horno, un trozo encima del otro.
Precalentamos el horno a 180º, con el calor arriba y abajo sin aire y mientras se calienta cortamos las galletas y las colocamos en la bandeja de horno dejando unos dos centímetros de espacio entre ellas porque pueden crecer un poco.
Volvemos a estirar los recortes con el rodillo y seguimos cortando.
Horneamos en el centro del horno durante unos 12 minutos (en mi horno necesito 14-15 minutos).
Cuando saquemos las galletas las dejaremos reposar 2-3 minutos antes de colocarlas en una rejilla para que se enfríen.
Al cabo de dos horas las podremos decorar. Sí, lo sé, ya llevaremos 5 horas de espera, pero merece la pena, ya veréis. Mientras podemos hacer millones de cosas y así el día nos habrá cundido muchísimo :-)
Estoy enamorada de esta masa, ¡qué alegría cuando encuentras algo que nunca falla y gusta a todo el mundo!
Se ven riquisimas, y las voy a hacer!!!!! Y también muy fáciles!!!!!!! :-)
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